El día de de la mujer trabajadora se celebra el 8 de marzo porque sucedieron distintos acontecimientos ese día aunque en distintos años relacionados con la mujer. El 8 de marzo de 1908 en Nueva York se produjo una huelga general de las mujeres en la Cotton Textil Factory por las pésimas condiciones de trabajo. El mismo día de 1917 las mujeres se amotinaron ante la escasez de alimentos y también el mismo día de 1957 se produjeron manifestaciones en Nueva York, provocadas por la falta de derechos de las mujeres.
Actualmente sigue habiendo numerosas situaciones que discriminan a la mujer, aunque se hayan reducido en comparación con años anteriores. Las mujeres cobran un 27% menos que los hombres, la población activa masculina es mayor que la femenina. También ocurre que las mujeres cobran una media de 5.600 euros menos que los hombres y se produce mayor cantidad de despidos entre ellas, que sólo un 12% de mujeres forman los Consejos de Administración y que una mujer tiene que trabajar 54 días más para ganar lo mismo que un hombre. Estas situaciones son incomprensibles dado que si se consiguiese mayor igualdad el PIB subiría un 13%, aunque se espera que en una década se podría superar esta situación de discriminación de la mujer.
Se habla de que entre las causas de esta discriminación se encuentran las cargas familiares y domésticas que tiene que superar la mujer, además de los embarazos que suponen muchos despidos injustos y que la sociedad históricamente siempre ha sido machista.
El Gobierno podría poner soluciones a estas situaciones como más ayudas a la dependencia, más guarderías o aulas matinales para que las madres puedan dejar a sus hijos mientras trabajan y un mayor control de los despidos que evite las injusticias que se producen en ellos entre las mujeres.
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